Bienvenida del Alcalde

Bienvenida del Alcalde
Bienvenida del alcalde

Escribo estas líneas para daros la bienvenida a todos aquellos que habéis decidido visitar La Garganta, y para invitaros, además, a que lo hagáis personalmente.

Es esta una localidad situada al Norte de Extremadura, junto al límite de la provincia de Salamanca, que, cuando se conoce, no puede dejar de apreciarse por muy distintos motivos. El primero de ellos es la generosidad de sus habitantes, los paporros, quiénes ofrecen al forastero su hospitalidad y su casa de todo corazón y sin fisuras. Su extraordinaria situación geográfica, al abrigo de las sierras de Béjar y Hervás, hacen que su entorno sea privilegiado. Da igual llegar a La Garganta por la carretera de Baños de Montemayor, quizás la más transitada, entre espesos castañares y suaves praderas, que hacerlo por la de Candelario, que ofrece la incomparable panorámica de la sierra emergiendo detrás de "la Muela", una peña altiva que forma parte del paisaje local. Pero, si lo preferís, podéis subir desde Hervás atravesando El Valle, que en otoño se presenta con una paleta de colores que van desde el dorado de los chopos, al rojo intenso de los cerezos, pasando por las tonalidades de castaños y robles. Y no me quiero olvidar del ascenso desde Puerto de Béjar, también entre castañares, que culmina en el llamado "Alto del Puerto", desde donde otra perspectiva diferente, pero no menos interesante de la sierra al fondo y el pueblo a sus faldas, emociona sin querer.

En La Garganta la gente lleva siglos dedicándose a la trashumancia del ganado vacuno, desde la dehesas de Extremadura a los pastos de verano, y otra vez lo mismo, pero por el camino de vuelta. Sin embargo en años recientes sus vecinos también han tenido que salir fuera a buscar trabajo. Existe otra parte de la población que se dedica al sector de servicios, y a las pequeñas industrias. Y ahora la generación de los jóvenes despunta con fuerza en las nuevas tecnologías, la promoción cultural y otros campos de actualidad. Mucho ha pasado desde que la localidad quedaba casi incomunicada por la nieve y la deficiencia de sus accesos, hasta estas fechas en que poco a poco van consiguiéndose la implantación de nuevos servicios y la mejora de los existentes, siempre con el esfuerzo de todos. Y a la hora de terminar, quiero reiteraros mi petición inicial: venid a La Garganta a conocer a sus gentes, sus fiestas, a pasear por el pueblo que sigue conservando retazos de su tipismo, a empaparos de la belleza de sus alrededores, a asombraros con el pozo de la nieve, industria legendaria de comercialización del blanco elemento que se remonta a varios siglos atrás….

Un saludo para todos.
 

Firmado: Juan González Castellano